Jueves 10 de abril | Lección 2
LA SERPIENTE
La adoración es un tema clave en Apocalipsis. El autor y promotor de los falsos sistemas de culto es identificado como «el dragón» (Apoc. 13: 2-4), y la descripción de este querubín caído como una serpiente no es casual, sino que nos remite claramente al Jardín del Edén, donde una serpiente persuadió a Adán y a Eva para que lo siguieran en su rebelión contra el Creador.
Compara Génesis 3: 1 al 5 con Apocalipsis 12: 1 al 9. ¿Cuáles son algunos de los temas comunes a ambos relatos? ¿Cómo nos ayudan los detalles registrados en Génesis acerca de la serpiente a entender algunos de los temas que condujeron a la guerra celestial previa mencionada en Apocalipsis?
Gén 3:1 Pero la serpiente era astuta, más que todos los animales del campo que Jehová Dios había hecho; la cual dijo a la mujer: ¿Conque Dios os ha dicho: No comáis de todo árbol del huerto?
Gén 3:2 Y la mujer respondió a la serpiente: Del fruto de los árboles del huerto podemos comer;
Gén 3:3 pero del fruto del árbol que está en medio del huerto dijo Dios: No comeréis de él, ni le tocaréis, para que no muráis.
Gén 3:4 Entonces la serpiente dijo a la mujer: No moriréis;
Gén 3:5 sino que sabe Dios que el día que comáis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal.
Apo 12:1 Apareció en el cielo una gran señal: una mujer vestida del sol, con la luna debajo de sus pies, y sobre su cabeza una corona de doce estrellas.
Apo 12:2 Y estando encinta, clamaba con dolores de parto, en la angustia del alumbramiento.
Apo 12:3 También apareció otra señal en el cielo: he aquí un gran dragón escarlata, que tenía siete cabezas y diez cuernos, y en sus cabezas siete diademas;
Apo 12:4 y su cola arrastraba la tercera parte de las estrellas del cielo, y las arrojó sobre la tierra. Y el dragón se paró frente a la mujer que estaba para dar a luz, a fin de devorar a su hijo tan pronto como naciese.
Apo 12:5 Y ella dio a luz un hijo varón, que regirá con vara de hierro a todas las naciones; y su hijo fue arrebatado para Dios y para su trono.
Apo 12:6 Y la mujer huyó al desierto, donde tiene lugar preparado por Dios, para que allí la sustenten por mil doscientos sesenta días.
Apo 12:7 Después hubo una gran batalla en el cielo: Miguel y sus ángeles luchaban contra el dragón; y luchaban el dragón y sus ángeles;
Apo 12:8 pero no prevalecieron, ni se halló ya lugar para ellos en el cielo.
Apo 12:9 Y fue lanzado fuera el gran dragón, la serpiente antigua, que se llama diablo y Satanás, el cual engaña al mundo entero; fue arrojado a la tierra, y sus ángeles fueron arrojados con él.
Hay dos relatos bíblicos en los que Satanás hace descarriar al mundo entero. Uno de ellos se encuentra en Génesis y tuvo lugar cuando solo existían dos personas. El otro está en Apocalipsis 12 y 13, donde Satanás es identificado como quien «engaña a todo el mundo» (Apoc. 12: 9) y otorga poder a la bestia que sube del mar para que «toda la tierra» se maraville y la siga (Apoc. 13: 2, 3).
Uno de los temas de la profecía bíblica es la naturaleza inmutable del Gran Conflicto. El carácter y la Palabra de Dios no cambian, como tampoco lo hacen las ambiciones del Diablo.
Afortunadamente, puesto que la naturaleza del Gran Conflicto no cambia, y debido a que tenemos puntos de referencia claros en las profecías, los cristianos podemos evaluar las tendencias y reconocer dónde se encuentran las trampas espirituales. Dios siempre será quien es, al igual que el Diablo. Satanás puede usar mil disfraces, pero milenios de historia humana caída y el escenario profético descrito en el Apocalipsis demuestran que nunca se desvía de la estrategia que utilizó en el Edén. Dios nos ha prometido sabiduría y discernimiento (Sant. 1: 5). Contamos además con la infalible guía de las Escrituras. En vista de todo ello, no necesitamos ser víctimas de los engaños del Diablo, aunque, desgraciadamente, muchos lo han sido y la mayoría lo será.
Piensa en cómo cambian la cultura y las normas sociales con el tiempo. Lo que antes era aceptable se convierte en inaceptable, y viceversa. Dado que los temas subyacentes y los actores del Gran Conflicto no cambian, ¿qué debería tener en cuenta un cristiano al examinar el cambiante panorama cultural? Por ejemplo, ¿dónde se pueden encontrar en la cultura actual las mentiras originales del diablo: «No morirán» y «serán como Dios»?
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