Jueves 5 de junio | Lección 10
EL JUICIO PREVIO AL
ADVENIMIENTO
La descripción del Juicio que se encuentra
en Daniel 7 nos permite ver detrás del velo, una oportunidad impresionante de
observar cómo actúa Dios para resolver el problema del pecado y para redimir a
quienes desean vivir en una relación de pacto con él.
Lee la descripción del Juicio Investigador que se
ofrece en Daniel 7: 9, 10, 13, 14, 22, 26 y 27. ¿Cuál es el objetivo principal
del Juicio? ¿Cuál es el veredicto emitido al final del proceso? ¿Qué nos dice
esto acerca del Plan de Salvación?
Dan 7:9
Estuve mirando hasta que fueron puestos tronos, y se sentó un Anciano de
días, cuyo vestido era blanco como la nieve, y el pelo de su cabeza como lana
limpia; su trono llama de fuego, y las ruedas del mismo, fuego ardiente.
Dan 7:10 Un
río de fuego procedía y salía de delante de él; millares de millares le
servían, y millones de millones asistían delante de él; el Juez se sentó, y los
libros fueron abiertos.
Dan 7:13
Miraba yo en la visión de la noche, y he aquí con las nubes del cielo
venía uno como un hijo de hombre, que vino hasta el Anciano de días, y le
hicieron acercarse delante de él.
Dan 7:14 Y
le fue dado dominio, gloria y reino, para que todos los pueblos, naciones y
lenguas le sirvieran; su dominio es dominio eterno, que nunca pasará, y su
reino uno que no será destruido.
Dan 7:22
hasta que vino el Anciano de días, y se dio el juicio a los santos del
Altísimo;(M) y llegó el tiempo, y los santos recibieron el reino.
Dan 7:26
Pero se sentará el Juez, y le quitarán su dominio para que sea destruido
y arruinado hasta el fin,
Dan 7:27 y
que el reino, y el dominio y la majestad de los reinos debajo de todo el cielo,
sea dado al pueblo de los santos del Altísimo, cuyo reino es reino eterno, y
todos los dominios le servirán y obedecerán.
No cabe duda de que la humanidad es
juzgada por Dios. Eclesiastés 12: 14 asegura que «Dios traerá toda obra a
juicio», y Pablo nos recuerda que «todos hemos de comparecer ante el tribunal
de Cristo» (Rom. 14: 10). Dios no necesita registros para saber quién se
salvará o se perderá, pero los ángeles, que han estado examinando el Plan de
Salvación todo el tiempo (1 Ped. 1: 12), naturalmente tienen preguntas. Ellos
fueron testigos de la rebelión de Satanás, vieron a un tercio de sus compañeros
expulsados del Cielo (Apoc. 12: 4, 9) y ahora Dios nos trae ante él. Dios abre
los libros y permite que los santos vean lo que hay en ellos.
La historia de la súplica de Abraham por
Sodoma y Gomorra, un tipo o prefiguración del Juicio, aporta una importante
vislumbre acerca de este. Los pecados de Sodoma obviamente fueron investigados,
ya que Dios menciona que la maldad de la ciudad era tan notoria que el clamor
contra ella era grande (Gén. 18: 20). Pero no solo Sodoma y Gomorra fueron
investigadas antes de su destrucción. Dios también permitió que Abraham
evaluara si la decisión divina de destruir a los malvados era justa.
Quien aparece en medio del juicio
celestial en Daniel 7 es Jesús, «un Hijo de Hombre» (Dan. 7: 13, ver también
Mat. 20: 28), cuya aparición es la única razón por la que este juicio es «hecho
en favor de los santos del Altísimo» (Dan. 7: 22). Solo su perfecta justicia
hace que su pueblo salga airoso del Juicio.
Imagina que todos tus secretos estén expuestos ante nuestro santo Dios en ocasión del Juicio. ¿Cuál es tu única esperanza en ese momento? (ver el contenido del viernes).
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