Lección 10 | Lunes 2 de junio
LA EVANGELIZACIÓN DE
NOÉ
Pedro nos recuerda que muchos no estarán
preparados para el regreso de Cristo porque «intencionalmente ignoran» (2 Ped.
3: 5) lo que ocurrió en ocasión del Diluvio. En la actualidad, aunque un
asombroso número de culturas, desde los antiguos griegos hasta los mayas,
registran la historia de un diluvio global y devastador, la narración bíblica
acerca del Diluvio es una de las más ridiculizadas. Como se predijo, el mundo
está poniendo a un lado el relato bíblico del Diluvio como si se tratara de un
mito, sin importar cuán clara y explícitamente se lo describe en el Antiguo
Testamento y cuántas veces se hace referencia a él en el Nuevo Testamento.
Jesús dijo, en Mateo 24: 37 al 39, que la situación
mundial se parecería a la de «los días de Noé». Compara este pasaje con Génesis
6: 1 al 8. ¿Cuáles fueron las condiciones morales que condujeron al Diluvio?
¿Qué paralelismos existen entre la época de Noé y la nuestra?
Mat 24:37
Mas como en los días de Noé, así será la venida del Hijo del Hombre.
Mat 24:38
Porque como en los días antes del diluvio estaban comiendo y bebiendo,
casándose y dando en casamiento, hasta el día en que Noé entró en el arca,
Mat 24:39 y
no entendieron hasta que vino el diluvio y se los llevó a todos, así será
también la venida del Hijo del Hombre.
Gén 6:1
Aconteció que cuando comenzaron los hombres a multiplicarse sobre la faz
de la tierra, y les nacieron hijas,
Gén 6:2 que
viendo los hijos de Dios que las hijas de los hombres eran hermosas, tomaron
para sí mujeres, escogiendo entre todas.
Gén 6:3 Y
dijo Jehová: No contenderá mi espíritu con el hombre para siempre, porque
ciertamente él es carne; mas serán sus días ciento veinte años.
Gén 6:4
Había gigantes en la tierra en aquellos días, y también después que se
llegaron los hijos de Dios a las hijas de los hombres, y les engendraron hijos.
Estos fueron los valientes que desde la antigüedad fueron varones de renombre.
Gén 6:5 Y
vio Jehová que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo
designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el
mal.
Gén 6:6 Y se
arrepintió Jehová de haber hecho hombre en la tierra, y le dolió en su corazón.
Gén 6:7 Y
dijo Jehová: Raeré de sobre la faz de la tierra a los hombres que he creado,
desde el hombre hasta la bestia, y hasta el reptil y las aves del cielo; pues
me arrepiento de haberlos hecho.
Gén 6:8 Pero
Noé halló gracia ante los ojos de Jehová.
Un estudio cuidadoso de la Escritura
revela otra lección importante para el pueblo remanente de Dios de los últimos
días. Hebreos 11: 7 dice que Noé «con santa reverencia construyó el arca para
salvar a su familia. Por su fe condenó al mundo, y llegó a ser heredero de la
justicia que viene por la fe». Imagina lo que significó para Noé predicar
durante más de un siglo y que solo su familia entrara en el arca. Si él hubiera
sido un evangelista moderno, nos sentiríamos tentados a pensar que fracasó.
Afortunadamente, muchos lugares del mundo
son en este momento muy receptivos a los mensajes de los tres ángeles. Como
resultado, muchos están conociendo al Señor. Todavía no hemos llegado al punto
en que no haya resultados, aunque se nos ha dicho que se acerca el momento en
que «habrá terminado el tiempo de gracia, y será cerrada la puerta de la
misericordia. Así que las palabras: “Las que estaban preparadas entraron con él
a la boda, y se cerró la puerta”, nos conducen a través del ministerio final
del Salvador, hasta el momento en que quedará terminada la gran obra de la
salvación del hombre» (Elena G. de White, El conflicto de los siglos, p. 424).
Hasta entonces, tenemos una obra que hacer
como iglesia.
¿Cómo podemos aprender a no
desanimarnos si nuestros esfuerzos personales de evangelización no parecen dar
mucho fruto por el momento? ¿Por qué debemos seguir esforzándonos? (Ver Juan 4:
35-37).
Debemos seguirnos esforzándonos para en la gracias del señor Jesucristo amén
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