Lección 1 | Jueves 3 de julio
UN CAMBIO DE PLANES
Lee Éxodo 2:11 al 25. ¿Qué eventos sucedieron
precipitadamente y cambiaron por completo el rumbo de la vida de Moisés? ¿Qué
lecciones podemos aprender de esta historia?
Éxo
2:11 Un día, cuando Moisés ya era mayor,
fue adonde estaban sus hermanos, y vio sus duros trabajos; vio también cómo un
egipcio golpeaba a un hebreo, a uno de sus hermanos.
Éxo
2:12 Miró a uno y a otro lado y, no
viendo a nadie, mató al egipcio y lo enterró en la arena.
Éxo
2:13 Cuando salió al día siguiente,
estaban riñendo dos hebreos. Y dijo al culpable: "¿Por qué pegas a tu
compañero?"
Éxo
2:14 Él respondió: "¿Quién te ha
nombrado jefe y juez sobre nosotros? ¿Piensas matarme como mataste al
egipcio?" Moisés tuvo miedo, pues se dijo: "Ciertamente la cosa se
sabe."
Éxo
2:15 Cuando el faraón se enteró de lo
sucedido, buscó a Moisés para matarlo. Moisés huyó de la presencia del faraón,
y se detuvo en el país de Madián, donde se sentó junto a un pozo.
Éxo
2:16 El sacerdote de Madián tenía siete
hijas, que fueron a sacar agua y llenar los abrevaderos para dar de beber al
ganado de su padre.
Éxo
2:17 Pero vinieron unos pastores y las
echaron. Entonces, Moisés se alzó, las defendió y abrevó su ganado.
Éxo
2:18 Ellas volvieron a casa de su padre
Reuel y él les preguntó: "¿Por qué habéis vuelto hoy tan pronto?"
Éxo
2:19 Respondieron: "Un egipcio nos
ha librado de las manos de los pastores; además nos ha sacado agua y ha
abrevado el ganado."
Éxo
2:20 Preguntó entonces a sus hijas:
"¿Dónde está? ¿Cómo habéis dejado solo a ese hombre? Invitadlo a
comer."
Éxo
2:21 Moisés aceptó morar con aquel
hombre, y él le dio a su hija Seforá.
Éxo
2:22 Ella dio a luz un hijo y Moisés lo
llamó Guersón, pues dijo: "Forastero soy en tierra extraña."
Éxo
2:23 Durante este largo período murió el
rey de Egipto. Como los israelitas gemían y se quejaban de su servidumbre, el
clamor de su servidumbre subió a Dios.
Éxo
2:24 Dios escuchó sus gemidos y se
acordó de su alianza con Abrahán, Isaac y Jacob.
Éxo
2:25 Dios se fijó en los israelitas y
reconoció...
¿Qué haría Moisés? ¿Sucumbiría a la
atracción de Egipto y a los placeres de la corte o soportaría las penurias
junto a su pueblo? Los acontecimientos pronto lo obligaron a tomar una
decisión.
“Al oír esto, Faraón procuró matar a
Moisés. Pero Moisés huyó de Faraón y fue a vivir en la tierra de Madián. Al
llegar allá se sentó junto a un pozo” (Éxo. 2:15).
Después de su crimen, Moisés
realmente no tuvo elección, al menos en lo que respecta a permanecer en Egipto.
Cualesquiera que fueran los planes que tenía para ascender al trono de Egipto y
convertirse en un “dios”, estos se desvanecieron rápidamente. En lugar de
convertirse en un dios falso, Moisés serviría al Dios verdadero. Cuando huyó,
Moisés no tenía idea de lo que le deparaba el futuro.
“Todo el asunto [de la muerte del
egipcio a manos de Moisés], exagerado en sumo grado, se supo rápidamente entre
los egipcios, y hasta llegó a oídos de Faraón. Se le dijo al rey que este acto
era muy significativo; que Moisés tenía el propósito de acaudillar a su pueblo
contra los egipcios; que quería derrocar el Gobierno y ocupar el trono; y que
no habría seguridad para el reino mientras él viviese. El monarca determinó
enseguida que debía morir; pero, reconociendo su peligro, Moisés decidió
escapar y huyó hacia Arabia” (Elena de White, Patriarcas y profetas, p. 253).
Moisés vivió 120 años (Deut. 34:7), y
su vida puede dividirse en tres etapas de 40 años cada una. Pasó los primeros
40 años en Egipto, gran parte de ellos en el palacio real. Los segundos 40 años
transcurrieron en casa de Jetro, en Madián.
Sin embargo, son los últimos 40 años
los que ocupan la mayor parte de los libros de Moisés y narran la historia del
llamado divino hecho a Israel para que diera testimonio acerca de quién y cómo
es Dios, de su naturaleza y su carácter, a un mundo sumido en la idolatría (ver
Deut. 4:6-8).
¿Era el plan de Dios
que Moisés matara al egipcio? De no ser así, ¿qué nos enseña esta historia
acerca de cómo Dios puede imponerse en cualquier situación y utilizarla para
sus propósitos? ¿Cómo nos ayuda Romanos 8:28 a comprender esta importante
verdad?
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