Lunes 23 de junio | Lección 13
UNA OBRA DE ARREPENTIMIENTO
Jonás tenía un mensaje inequívoco para el pueblo de Nínive: «Jonás
entró en la ciudad y caminó un día pregonando: “De aquí a cuarenta días Nínive será
destruida”» (Jon. 3: 4). El lugar estaba condenado. Después de todo, ¿no era
ese un mensaje directo de un profeta del Señor? Sin embargo, ¿Qué ocurrió con
Nínive?
Lee Jonás 3: 5 al 10. ¿Por qué no se cumplió esta profecía?
Jon 3:5 Y los hombres de Nínive
creyeron a Dios, y proclamaron ayuno, y se vistieron de cilicio desde el mayor
hasta el menor de ellos.
Jon 3:6 Y llegó la noticia hasta el
rey de Nínive, y se levantó de su silla, se despojó de su vestido, y se cubrió
de cilicio y se sentó sobre ceniza.
Jon 3:7 E hizo proclamar y anunciar
en Nínive, por mandato del rey y de sus grandes, diciendo: Hombres y animales,
bueyes y ovejas, no gusten cosa alguna; no se les dé alimento, ni beban agua;
Jon 3:8 sino cúbranse de cilicio
hombres y animales, y clamen a Dios fuertemente; y conviértase cada uno de su
mal camino, de la rapiña que hay en sus manos.
Jon 3:9 ¿Quién sabe si se volverá y
se arrepentirá Dios, y se apartará del ardor de su ira, y no pereceremos?
Jon 3:10 Y vio Dios lo que
hicieron, que se convirtieron de su mal camino; y se arrepintió del mal que
había dicho que les haría, y no lo hizo.
Toda la ciudad se arrepintió y la destrucción anunciada no se llevó a cabo,
al menos por un tiempo. «Se evitó su condenación; el Dios de Israel fue
exaltado y honrado en todo el mundo pagano, y su ley fue reverenciada.
Nínive no debía caer sino hasta muchos años más tarde, presa de las
naciones circundantes, porque se olvidó de Dios y manifestó un orgullo
jactancioso» (Elena G. de White, Profetas y reyes, p. 183).
¿Podemos esperar que algo así ocurra en los últimos días como resultado
del mensaje final dirigido al mundo caído? Sí y no. Muchos prestarán atención al
llamado: «Y oí otra voz del cielo que decía: “¡Salgan de ella, pueblo mío, para
que no participen de sus pecados y no reciban de sus plagas!”» (Apoc. 18: 4). Habrá
personas en todo el mundo que se pondrán de pie y guardarán «los mandamientos de
Dios y la fe de Jesús» en desafío a la bestia (Apoc. 14: 12). Estas personas, como
las de Nínive, se librarán del juicio que sobrevendrá a los perdidos.
Algunas profecías, como la de que Nínive sería destruida, son
condicionales. La ciudad sería destruida si el pueblo no se apartaba de su
maldad (ver Jer. 18:6-10). Sin embargo, otras profecías se cumplirán
independientemente de la respuesta humana. Por ejemplo, las profecías
mesiánicas acerca de la primera y la segunda venida de Cristo, la marca de la
bestia, el derramamiento de las plagas y la persecución al final del tiempo no
son eventos condicionales. No obstante, nuestras acciones y las decisiones que
tomemos determinarán de qué lado estaremos cuando se desarrollen los
acontecimientos finales predichos por los profetas.
¿Qué decisiones estás tomando ahora que podrían determinar cuáles tomarás cuando llegue el momento de decidir entre adorar a Dios o a la imagen de la bestia?
Comentarios
Publicar un comentario