Lección 10: Para el 6 de septiembre de 2025
EL PACTO Y EL MODELO
Sábado 30 de agosto
LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA: Éxodo 24:1-18; 1 Corintios 11:23-29; Levítico
10:1, 2; Ezequiel 36:26-28; Éxodo 25:1-9; Éxodo 31:1-18.
PARA
MEMORIZAR:
“Y Moisés vino y contó al pueblo todas las palabras del Señor y todas las
leyes. Y el pueblo respondió a una voz: ‘Haremos todo lo que el Señor ha dicho’
” (Éxo. 24:3).
Como su Dios, Creador y Redentor, el Señor deseaba estar con su pueblo y
habitar en medio de ellos. Nos creó para estar en estrecha comunión con él. Sin
embargo, si las relaciones significativas con otras personas requieren tiempo y
esfuerzo, lo mismo ocurre con nuestra relación con Dios.
Puede ser una experiencia edificante y llena de crecimiento, pero solo si
pasamos tiempo con él. En términos prácticos, esto significa estudiar su
Palabra (Dios nos habla por medio de ella), orar (abrir nuestro corazón a
Dios), y dar testimonio a otros acerca de la muerte, resurrección y retorno de
Cristo (participación en la misión de Dios). A medida que Dios nos bendice, nos convertimos en
canales de bendiciones para los demás.
La atención debe centrarse en Dios, no en nosotros (Heb. 12:1, 2). Al
conectarnos con él, Dios puede capacitarnos para prestar atención a sus
enseñanzas, lo que significa obediencia a su Palabra. No es de extrañar que la
generación de seguidores de Cristo de los últimos tiempos sea descrita como
integrada por personas que “guardan los mandamientos de Dios y la fe de Jesús”
(Apoc. 14:12).
Es muy sencillo: amamos a Dios y le somos obedientes como evidencia de ese
amor.
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