ELECCIÓN Y ARREGLO DEL HOGAR El Evangelio simplifica maravillosamente los problemas de la vida. Las instrucciones que da, bien aprovechadas, resolverían muchas perplejidades y nos guardarían de muchos yerros. Nos enseña a estimar las cosas en su verdadero valor, y a dedicar nuestro mayor esfuerzo a las cosas de mayor mérito, que son las que han de durar. Necesitan esta lección aquellos sobre quienes recae la responsabilidad de elegir morada. No deberían dejarse apartar del fin superior. Recuerden que el hogar terrenal ha de ser una preparación para el celestial, del cual es símbolo. La vida es una escuela práctica, de la que padres e hijos han de salir graduados para ingresar en la escuela superior de las mansiones de Dios. Sea éste el propósito que dirija la elección del punto en que se piensa fundar el hogar. No hay que dejarse llevar por el deseo de riquezas, ni por las exigencias de la moda, ni por las costumbres de la sociedad. Téngase antes presente lo que más favorezca la