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CAPÍTULO 76 | LA VOLUNTAD Y LA DECISIÓN | Mente, carácter y personalidad T2

  76 LA VOLUNTAD Y LA DECISIÓN   La voluntad es el poder que gobierna la naturaleza humana, sometiendo todas las otras facultades a su dominio. La voluntad no es el gusto o la inclinación, sino el poder que decide, que obra en los hijos de los hombres para obedecer a Dios, o para desobedecerlo.­ 4TS 157 (1889). El tentado necesita comprender la verdadera fuerza de la voluntad. Ella es el poder gobernante en la naturaleza del hombre, la facultad de decidir y elegir. Todo depende de la acción correcta de la voluntad. Desear lo bueno y lo puro es justo; pero si no hacemos más que desear, de nada sirve. Muchos se arruinan mientras esperan y desean vencer sus malas inclinaciones. No someten su voluntad a Dios. No escogen servirlo.­ MC 131 (1905). Debemos recordar que la voluntad es el resorte de todas las acciones. Esta voluntad, que constituye un factor tan importante del carácter humano fue, en ocasión de la caída, entregada al dominio de Satanás; desde entonces él ha estado

CAPÍTULO 75 | IMAGINACIÓN Y ENFERMEDAD | Mente, carácter y personalidad T2

75 IMAGINACIÓN Y ENFERMEDAD Hay que controlar la mente, porque ejerce una poderosa influencia sobre la salud. La imaginación a menudo se desvía, y cuando se le da libertad, produce en sus víctimas enfermedades graves. Muchos mueren de enfermedades que son mayormente imaginarias. Conozco a varios que se han enfermado realmente como resultado de la influencia de la imaginación.­ 2T 523 (1870). Miles que están enfermos y muriendo alrededor de nosotros, podrían estar bien y vivir si quisieran, pero su imaginación se lo impide. Temen que empeorarán si trabajan o hacen ejercicio, cuando ése es exactamente el cambio que necesitan hacer para mejorar. Sin eso nunca mejorarán. Deberían ejercer fuerza de voluntad, elevarse por encima de sus dolores y su debilidad, dedicarse a una actividad útil, y olvidarse de sus espaldas, costados, pulmones y cabezas doloridos. Si no ejercitan todo el cuerpo, o una parte de él, caerán en una condición morbosa. La inactividad de cualquiera de los órganos del

CAPÍTULO 74 | LAS DUDAS | Mente, carácter y personalidad T2

74 LAS DUDAS La Palabra de Dios, como el carácter de su divino Autor, presenta misterios que nunca podrán ser plenamente comprendidos por seres finitos. La entrada del pecado en el mundo, la encarnación de Cristo, la regeneración, la resurrección y otros muchos asuntos que se presentan en la Biblia, son misterios demasiado profundos para que la mente humana los explique, o aun para que los capte plenamente siquiera. Pero no tenemos razón para dudar de la Palabra de Dios porque no podamos entender los misterios de su providencia. En el mundo natural estamos siempre rodeados de misterios que no podemos sondear. Aun las formas más humildes de la vida presentan un problema que el más sabio de los filósofos es incapaz de explicar. Por todas partes se presentan maravillas que superan nuestro conocimiento. ¿Debemos sorprendernos de que en el mundo espiritual haya también misterios que no podamos sondear? La dificultad está únicamente en la debilidad y estrechez de la mente humana. Dios