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Mostrando entradas de abril, 2022

CAPÍTULO 43: LA MENTE Y LA SALUD ESPIRITUAL - Mente, carácter y personalidad T2

  43 LA MENTE Y LA SALUD ESPIRITUAL La vida espiritual le proporciona a su poseedor lo que todo el mundo busca, pero que nunca se puede lograr sin una total entrega a Dios.­ Carta 121, 1904. Todo verdadero conocimiento y desarrollo tienen su origen en el conocimiento de Dios. Doquiera nos dirijamos: al dominio físico, mental o espiritual; cualquier cosa que contemplemos, fuera de la marchitez del pecado, en todo vemos revelado este conocimiento. Cualquier ramo de investigación que emprendamos, con el sincero propósito de llegar a la verdad, nos pone en contacto con la Inteligencia poderosa e invisible que obra en todas las cosas y por medio de ellas. La mente del hombre se pone en comunión con la mente de Dios; lo finito, con lo infinito. El efecto que tiene esta comunión sobre el cuerpo, la mente y el alma sobrepuja toda estimación.­ Ed 14 (1903). Dios es el gran cuidador de la maquinaria humana. Podemos cooperar con él en el cuidado de nuestros cuerpos. El amor a Dios es esenc

CAPÍTULO 42: LA MENTE Y LA SALUD - Mente, carácter y personalidad T2

42 LA MENTE Y LA SALUD La mente controla al hombre en su totalidad. Todas nuestras acciones, buenas o malas, tienen su origen en la mente. Es la mente la que adora a Dios y nos vincula con los seres celestiales. . . Todos los órganos físicos son siervos de la mente, y los nervios son los mensajeros que transmiten sus órdenes a cada parte del cuerpo, para dirigir los movimientos de la maquinaria viviente. . . La actividad armoniosa de todas sus partes: cerebro, huesos y músculos, es necesaria para el desarrollo pleno y saludable del organismo humano en su totalidad.­ SpTEd 33 (c 1897); (FE 426). La energía eléctrica del cerebro, aumentada por la actividad mental, vitaliza todo el organismo, y es de ayuda inapreciable para resistir la enfermedad.­ Ed 197 (1903). Pocos se dan cuenta del poder que la mente tiene sobre el cuerpo. Una gran cantidad de las enfermedades que 408 afligen a la humanidad tienen su origen en la mente, y sólo se pueden curar si se recupera la salud de ést

CAPÍTULO 41: EL CUERPO AFECTA LA MENTE - Mente, carácter y personalidad T2

41 EL RÉGIMEN ALIMENTARIO Y LA MENTE El cerebro es el órgano y el instrumento de la mente, y controla todo el cuerpo. Para que las demás partes del organismo estén sanas, el cerebro tiene que estar sano. Y para que el cerebro esté sano, la sangre debe ser pura. Si la sangre se mantiene pura mediante hábitos correctos relativos a la comida y la bebida, el cerebro recibirá adecuada nutrición.­ SpT Serie B, N° 15, p. 18, 13 de abril de 1900; (CH 586, 587). El organismo humano es una maquinaria maravillosa, pero se puede abusar de ella. . . La transformación del alimento en sangre buena es un extraordinario proceso, y todo ser humano debería estar informado respecto de este asunto. . . Cada órgano del cuerpo conserva parte de los nutrientes para mantener sus diferentes partes en acción. Al cerebro se le debe proporcionar su parte, a los huesos su porción. El gran Maestro constructor está obrando en cada momento, para suplir lo necesario a cada músculo y tejido, desde el cerebro hasta

CAPÍTULO 40: EL CUERPO AFECTA LA MENTE - Mente, carácter y personalidad T2

40 EL CUERPO AFECTA LA MENTE Hay una estrecha relación entre la mente y el cuerpo, y para alcanzar un alto nivel de dotes morales o intelectuales, debemos acatar las leyes que gobiernan nuestro físico.­ PP 650 (1890). Deberíamos tratar de preservar el pleno vigor de nuestras facultades para llevar a cabo la tarea que tenemos delante de nosotros. Todo lo que reduzca el vigor físico, debilita el esfuerzo mental. De ahí que toda costumbre que perjudique la salud del cuerpo debería ser descartada resueltamente. Dice el gran apóstol: "Golpeo mi cuerpo, y lo pongo en servidumbre, no sea que habiendo sido heraldo para otros, yo mismo venga a ser eliminado". No podemos conservar nuestra consagración a Dios y al mismo tiempo perjudicar nuestra salud mediante la complacencia de un hábito erróneo. La abnegación es una de las condiciones, no sólo para ser admitidos en el servicio de Cristo, sino para continuar en él. Cristo mismo declaró, con palabras que no se pueden interpretar