10. COMPRENSIÓN Una obra que exige discernimiento y discriminación. Tratar con las mentes es la obra más delicada y más difícil alguna vez encomendada a los mortales. Los que se ocupan en esta obra debieran tener un claro discernimiento y un buen poder de discriminación. La verdadera independencia de la mente es un elemento enteramente diferente de la imprudencia. Esa cualidad de independencia que conduce a una opinión cautelosa, deliberada y con oración no debería ser cedida fácilmente, no hasta que la evidencia es lo suficientemente fuerte como para asegurarnos que estamos equivocados. Esta independencia mantendrá la mente en calma e inmutable en medio de los múltiples errores que prevalecen, y conducirá, a los que ocupan puestos de responsabilidad, a considerar cuidadosamente todos los aspectos de la evidencia y a no ser desviados por la influencia de otros, o por el ambiente, o a formular a conclusiones sin un conocimiento inteligente y completo de todas las circunstancias