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Caín y Abel y sus ofrendas - Historia de La Redención

Capítulo 6 Caín y Abel y sus ofrendas Este capítulo está basado en Génesis 4:1-15. Cain y Abel, los hijos de Adán, tenían caracteres muy distintos. Abel temía a Dios. Caín, en cambio, albergaba sentimientos de rebeldía y murmuraba contra Dios por causa de la maldición pronunciada sobre su padre y porque la tierra había sido maldita por su pecado. A estos hermanos se les había enseñado todo lo concerniente a la provisión hecha para la salvación de la raza humana. Se les requirió que pusieran en práctica un sistema basado en la humilde obediencia, que manifestaran reverencia hacia Dios y su fe y su dependencia en el Redentor prometido, por medio de la muerte de los primogénitos del rebaño y la presentación solemne de ellos junto con su sangre como holocausto ofrecido al Señor. Ese sacrificio los induciría a recordar siempre su pecado y al Redentor venidero, que habría de ser el gran sacrificio realizado en favor del hombre.   Caín trajo su ofrenda a Dios mientras murmuraba y

LA TENTACIÓN Y LA CAÍDA - Historia de La Redención

Capítulo 4 La tentación y la caída Este capítulo está basado en Génesis 3. Satanás tomó la forma de una serpiente y entró en el Edén. Esta era una hermosa criatura alada, y mientras volaba su aspecto era resplandeciente, semejante al oro bruñido. No se arrastraba por el suelo sino que se trasladaba por los aires de lugar en lugar, y comía fruta como el hombre. Satanás se posesionó de la serpiente, se ubicó en el árbol del conocimiento y comenzó a comer de su fruto con despreocupación.   Eva, en un primer momento sin darse cuenta, se separó de su esposo absorbida por sus ocupaciones. Cuando se percató del hecho, tuvo la sensación de que estaba en peligro, pero nuevamente se sintió segura, aunque no estuviera cerca de su esposo. Creía tener sabiduría y fortaleza para reconocer el mal y enfrentarlo. Los ángeles le habían advertido que no lo hiciera. Eva se encontró contemplando el fruto del árbol prohibido con una mezcla de curiosidad y admiración. Vio que el árbol era agra

Los Principios de La Mayordomía - Consejos Sobre Mayordomía Cristiana

Capítulo 23 Los principios de la mayordomía  ¿Estamos escudriñando individualmente y con oración la Palabra de Dios, para no alejarnos de sus preceptos y requerimientos? El Señor no se complacerá si retenemos cualquier suma, sea ésta pequeña o grande, que debiéramos devolverle. Si deseamos gastar dinero para complacer nuestras propias inclinaciones, pensemos en el bien que podríamos hacer con ese dinero. Apartemos para el Maestro sumas pequeñas y grandes, para que la obra sea edificada en nuevos lugares. Si gastamos egoístamente el dinero que tanto se necesita, el Señor no nos bendecirá, no podrá bendecimos con su aprobación.   Como mayordomos de las mercedes de Dios estamos manejando el dinero del Señor. Significa mucho, muchísimo, para nosotros ser fortalecidos cada día por su abundante gracia, ser capacitados para comprender su voluntad, para ser hallados fieles en lo poco tanto como en lo mucho. Cuando ésta sea nuestra experiencia, el servicio de Cristo será una realidad p

La Creación - Historia de Los Patriarcas y Profetas

Capítulo2 La creación Este capítulo está basado en Génesis 1 y Génesis 2.    “Por la plabra Jehová fueron hechos los cielos; y todo el ejército de ellos, por el aliento de su boca. [...] Porque él dijo, y fue hecho; él mandó, y existió”. “Él fundó la tierra sobre sus cimientos; no será jamás removida”. Salmos 33:6, 9; 104:5.   Cuando salió de las manos del Creador, la tierra era sumamente hermosa. La superficie presentaba un aspecto multiforme, con montañas, colinas y llanuras, entrelazadas con magníficos ríos y bellos lagos. Pero las colinas y las montañas no eran abruptas y escarpadas, ni abundaban en ellas declives aterradores, ni abismos espeluznantes como ocurre ahora; las agudas y ásperas cúspides de la rocosa armazón de la tierra estaban sepultadas bajo un suelo fértil, que producía por todas partes una frondosa y verde vegetación. No había repugnantes pantanos ni desiertos estériles. Impresionantes arbustos y delicadas flores deleitaban la vista por dondequiera. Las

LA CREACIÓN - Historia de la redención

Capítulo 2 La creación Este capítulo se basa en Génesis 1.  (Historia de la Redención) El padre y el Hijo emprendieron la grandiosa y admirable obra que habían proyectado: la creación del mundo. La tierra que salió de las manos del Creador era sumamente hermosa. Había montañas, colinas y llanuras, y entre medio había ríos, lagos y lagunas. La tierra no era una vasta llanura; la monotonía del paisaje estaba interrumpida por colinas y montañas, no altas y abruptas como las de ahora, sino de formas hermosas y regulares. No se veían las rocas escarpadas y desnudas, porque yacían bajo la superficie, como si fueran los huesos de la tierra. Las aguas se distribuían con regularidad. Las colinas, montañas y bellísimas llanuras estaban adornadas con plantas y flores, y altos y majestuosos árboles de toda clase, muchísimo más grandes y hermosos que los de ahora. El aire era puro y saludable, y la tierra parecía un noble palacio. Los ángeles se regocijaban al contemplar las admirables

Amor Supremo - El Camino a Cristo

AMOR SUPREMO La Naturaleza y la revelación a una dan testimonio del amor de Dios. Nuestro Padre Celestial es la fuente de vida, sabiduría y gozo. Mirad las maravillas y bellezas de la naturaleza. Pensad en su prodigiosa adaptación a las necesidades y a la felicidad, no solamente del hombre, sino de todos los seres vivientes. El sol y la lluvia que alegran y refrescan la tierra; los montes, los mares y los valles, todos nos hablan del amor del Creador. Dios es el que suple las necesidades diarias de todas sus criaturas. Ya el salmista lo dijo en las bellas palabras siguientes: “Los ojos de todos miran a ti, Y tú les das su alimento a su tiempo. Abres tu mano, Y satisfaces el deseo de todo ser viviente.”1 Dios hizo al hombre perfectamente santo y feliz; y la hermosa tierra no tenía, al salir de la mano del Creador, mancha de decadencia, ni sombra de maldición. La transgresión de la ley de Dios, de la ley de amor, fué lo que trajo consigo dolor y muerte. Sin embargo, en med

"Uno de Estos Mis Hermanos Más Pequeños": Servir A Los Necesitados

"Uno de Estos Mis Hermanos Más Pequeños":  Servir A Los Necesitados Los adventistas somos llamados a proclamar “el evangelio eterno” (Apoc. 14:6) a todo el mundo. Al hacerlo, simple-mente estamos obedeciendo las palabras de Jesús de hacer discípulos, bautizarlos y “enseñ[arles] que guarden todas las cosas que os he mandado” (Mat. 28:20). Y entre las cosas que él ordenó fue que nos ocupáramos de los que sufren, de los oprimidos, los pobres, los hambrientos, los presos. Al fin y al cabo, fue Jesús quien, después de contar la parábola del buen samaritano (Luc. 10:30-36), ordenó a sus oyentes: “Ve, y haz tú lo mismo” (Luc. 10:37). Fue Jesús quien, al describir el momento en que dividiría a las naciones frente a él “como aparta el pastor las ovejas de los cabritos” (Mat. 25:32), habló de cuán im-portante es ayudar a los hambrientos, los enfermos, los desnudos y los presos. “De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hici

Jueves 27 de junio: Reconciliación en los últimos días

Jueves 27 de junio: Reconciliación en los últimos días  Los que han de preparar el camino para la segunda venida de Cristo, son representados por el fiel Elías, así como Juan vino con el espíritu de Elías para preparar el camino para la primera venida de Cristo. ( The Faith I Live By, p. 290) “Nuestro mensaje debe ser tan directo como el de Juan. El reprendió a los reyes por su iniquidad. Aunque su vida estaba en peligro nunca permitió que la verdad languideciera en sus labios.... En esta época de apostasía casi universal Dios llama a sus mensajeros para que proclamen su ley en el espíritu y poder de Elías. Así como Juan el Bautista, al preparar al pueblo para el primer advenimiento de Cristo, les llamó la atención a los diez mandamientos, así nosotros hemos de dar con voz segura el mensaje: ‘Temed a Dios y dadle honra porque la hora de su juicio es venida.’ Con el mismo fervor que caracterizó al profeta Elías y a Juan el Bautista, hemos de esforzarnos en preparar el camino pa

Miércoles 26 de junio: Reconciliación en el Jordán

Miércoles 26 de junio: Reconciliación en el Jordán  Y cuando vino la Realidad, en la persona de Cristo, no reconocieron en él el cumplimiento de todos sus símbolos, la sustancia de todas sus sombras. Rechazaron a Cristo, el ser a quien representaban sus ceremonias, y se aferraron a sus mismos símbolos e inútiles ceremonias. El hijo de Dios había venido, pero ellos continuaban pidiendo una señal. Al mensaje: “Arrepentíos, que el reino de los cielos se ha acercado”,1 contestaron exigiendo un milagro. El Evangelio de Cristo era un tropezadero para ellos porque demandaban señales en vez de un Salvador. Esperaban que el Mesías probase sus aseveraciones por poderosos actos de conquista, para establecer su imperio sobre las ruinas de los imperios terrenales. (Palabras de vida del Gran Maestro, p. 15) La obra de reforma que Juan nos presenta aquí, la purificación del corazón, de la mente y del alma, es necesaria para muchos que profesan hoy tener la fe de Cristo. Es necesario abandona

Martes 25 de junio: Reconciliación en el altar

Martes 25 de junio: Reconciliación en el altar Durante los largos años de sequía y hambre, Elías rogó fervientemente que el corazón de Israel se tornase de la idolatría a la obediencia a Dios. Pacientemente aguardaba el profeta mientras que la mano del Señor apremiaba gravosamente la tierra castigada. Mientras veía multiplicarse por todos lados las manifestaciones de sufrimiento y escasez, su corazón se agobiaba de pena y suspiraba por el poder de provocar una presta reforma. Pero Dios mismo estaba cumpliendo su plan, y todo lo que su siervo podía hacer era seguir orando con fe y aguardar el momento de una acción decidida. (Profetas y reyes, p. 84) Ya era la hora del sacrificio de la tarde, y Elías invitó así al pueblo: “Acercaos a mí.” Mientras se acercaban temblorosamente, se puso a reparar el altar frente al cual hubo una vez hombres que adoraban al Dios del cielo. Para él este montón de ruinas era más precioso que todos los magníficos altares del paganismo. En la recons

Lunes 24 de junio: Reunión familiar

Lunes 24 de junio: Reunión familiar No podría haberse exigido mayor prueba de fe. Hasta entonces la viuda había tratado a todos los forasteros con bondad y generosidad. En ese momento, sin tener en cuenta los sufrimientos que pudiesen resultar para ella y su hijo, y confiando en que el Dios de Israel supliría todas sus necesidades, dió esta prueba suprema de hospitalidad obrando “como le dijo Elías.” Admirable fué la hospitalidad manifestada al profeta de Dios por esta mujer fenicia, y admirablemente fueron recompensadas su fe y generosidad. “Y comió él, y ella y su casa, muchos días. Y la tinaja de la harina no escaseó, ni menguó la botija del aceite, conforme a la palabra de Jehová que había dicho por Elías. La viuda de Sarepta compartió su poco alimento con Elías; y en pago, fué preservada su vida y la de su hijo. Y a todos los que, en tiempo de prueba y escasez, dan simpatía y ayuda a otros más menesterosos, Dios ha prometido una gran bendición. El no ha cambiado. Su po

Domingo 23 de junio: La profecía de los corazones reconciliados

Domingo 23 de junio: La profecía de los corazones reconciliados En medio de las discordias y las luchas, se oyó una voz procedente del desierto, una voz sorprendente y austera, aunque llena de esperanza: “Arrepentíos, que el reino de los cielos se ha acercado.” Con un poder nuevo y extraño, conmovía a la gente. Los profetas habían predicho la venida de Cristo como un acontecimiento del futuro lejano; pero he aquí que se oía un anunció de que se acercaba. El aspecto singular de Juan hacía recordar a sus oyentes los antiguos videntes. En sus modales e indumentaria, se asemejaba al profeta Elías. Con el espíritu y poder de Elías, denunciaba la corrupción nacional y reprendía los pecados prevalecientes. Sus palabras eran claras, directas y convincentes. Muchos creían que era uno de los profetas que había resucitado de los muertos. Toda la nación se conmovió. Muchedumbres acudieron al desierto. Juan proclamaba la venida del Mesías, e invitaba al pueblo a arrepentirse. Como símbolo