Capítulo 6 Caín y Abel y sus ofrendas Este capítulo está basado en Génesis 4:1-15. Cain y Abel, los hijos de Adán, tenían caracteres muy distintos. Abel temía a Dios. Caín, en cambio, albergaba sentimientos de rebeldía y murmuraba contra Dios por causa de la maldición pronunciada sobre su padre y porque la tierra había sido maldita por su pecado. A estos hermanos se les había enseñado todo lo concerniente a la provisión hecha para la salvación de la raza humana. Se les requirió que pusieran en práctica un sistema basado en la humilde obediencia, que manifestaran reverencia hacia Dios y su fe y su dependencia en el Redentor prometido, por medio de la muerte de los primogénitos del rebaño y la presentación solemne de ellos junto con su sangre como holocausto ofrecido al Señor. Ese sacrificio los induciría a recordar siempre su pecado y al Redentor venidero, que habría de ser el gran sacrificio realizado en favor del hombre. Caín trajo su ofrenda a Dios mientras murmuraba y