Jueves 01 de agosto: Isaías Son pocos los que experimentan un verdadero arrepentimiento por el pecado, que realmente sienten profundas y agudas convicciones de la depravación de su naturaleza no regenerada. El corazón de piedra no es cambiado por uno de carne. Pocos son los que están dispuestos a caer sobre la Roca y ser desmenuzados. No importa quiénes seamos o cómo hayamos vivido, podremos ser salvos solamente de la manera establecida por Dios. Tenemos que arrepentirnos, tenemos que caer indefensos sobre la Roca, que es Cristo Jesús. Tenemos que sentir la necesidad de un médico y del único remedio que existe para el pecado, que es la sangre de Cristo. Este remedio puede conseguirse solamente por medio del arrepentimiento para con Dios y fe en el Señor Jesucristo. En lo que a esto se refiere, la obra está todavía por comenzar en muchos de los que profesan ser cristianos y hasta ministros de Cristo. Como los fariseos de antaño, muchos de vosotros no sentís la necesidad de un Sa